Ya estamos en la recta final de Carnaval {inserte aquí sonido de vítores y aplausos} y aún no habíamos hecho nuestra lista particular de cosas que nos hacen felices en esta época del año. Para mí es uno de los momentos más esperados y más divertidos con la Navidad, la primavera, mi cumple, las fiestas de agosto, nuestro aniversario… Vale, me lo paso bien todo el año, mejor no hacemos ranking.
¿Qué me hace feliz del Carnaval?
1. Disfrazarme
Me chiflan los disfraces, no solo en Carnaval. En mi casa era habitual revolver en las cajas de los disfraces y ponernos cualquier cosa cualquier día del año. Yo creo que en Monforte el que más y el que menos tiene un desván con unas cuantas cajas repletas de pelucas de payaso, faldas de trapecista, camisetas de policía y vestidos de chino heredados incluso de sus padres así que lo llevamos en los genes.
Con mis amigos, el disfraz más recordado será siempre el del cómic, que era de papel y a una se le fue rompiendo a lo largo de la noche y más cuando se encontró con cierto chico y nos seguimos partiendo de risa cada vez que alguien saca el tema. Tengo que buscaros las fotos.
Yo este año me empeñé en que quería llevar tutú fuese de lo que fuese. Lo que pasa es que llevo todo el finde viendo por primera vez las pelis de Stars Wars y me ha podido la emoción (para los que me seguís en Instagram, ayer terminé la tercera y me chiflaron!!!) y ahora quiero ir de Darth Vader con tutú o de Yoda con tutú o de Han Solo en carbonita con tutú. ¿Lo conseguiré?
2. Comer orejas de carnaval (sin gluten)
En Galicia es tradicional en esta época comer lacón con grelos, filloas y orejas. Pero en mi casa tanto el cocido como las filloas se hacen habitualmente, así que las orejas son para mí el postre más especial de estos días. Me alucinan, pero desde que me diagnosticaron que era celíaca con 20 años no las había vuelto a comer. Hasta el año pasado, cuando la madre y la abuela de Iván me las hicieron sin gluten. Ellas son reposteras nivel experto así que no sé si me veré capaz de repetir la hazaña por mi cuenta. Para los que queráis, os dejo dos enlaces: receta de orejas de carnaval y receta de orejas sin gluten. ¡Ya salivo solo de pensar en ellas!
3. Las tradiciones carnavaleras gallegas
Me chifla investigar sobre ellas, descubrir cosas nuevas y hacer una escapada a todas las que puedo. De las que he estado, mis favoritas son sin duda los cigarróns de Verín, en Orense, y el entierro del loro Ravachol en Pontevedra.
Los cigarróns de pequeña me daban pánico, con sus grandes sonrisas, sus látigos y su ruido atronador. Aún hoy me resultan algo inquietantes pero en vivo y en directo es espectacular. Eso sí, no llevéis a vuestros perros porque la pobre Jimena lo pasó fatal y no dejó de temblar en dos horas. Tenéis muchísima información en la página del Entroido de Verín.
El entierro del loro Ravachol es la caña. Bueno, en realidad es la historia del loro Ravachol la que es la caña. Un loro divertido, deslenguado e intelectual, propiedad del boticario de Pontevedra, murió el lunes de Carnaval de 1913 y desde entonces todos los años las fiestas se cierran con su entierro. No sé cuánto tiene de realidad, pero yo me imagino al loro diciendo a los clientes con mala pinta que llegaban a la botica “Aquí no se fía” y lloro. Me lo pasé como una enana en su entierro, con la ciudad al completo de luto riguroso y el querido Ravachol disfrazado de algún tema de actualidad.
¿Qué os hace feliz del Carnaval a vosotros? ¿Os seguís disfrazando o es cosa de niños? Me encantaría saber más tradiciones del resto de España, que creo que mi sabiduría no va más allá de los Carnavales de Cádiz y los de Tenerife y seguro que hay mil cosas molonas. :)
¡Un beso enorme y feliz lunes!
Indara
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