Hace unas semanas me invitaron a un evento en Barcelona del que os hablaré estos días y, aunque fue un viaje exprés, el plan del domingo lo tenía claro: volver a mi adorado Mercantic, en Sant Cugat. Soy absolutamente feliz en ese sitio, no sé si es su color, su ambiente relajado, la música en directo o los tesoros entre los que me encanta revolver, pero siempre salgo de allí con una sonrisa enorme y el monedero temblando.
Esta vez fui con la intención clara de pasear y empaparme de bonitismo, pero no de comprar nada. Y volví a Coruña con una mesa de dos metros y medio para nuestro estudio. A lo loco. :) Y cómo no, le robé la cámara a mi amiga Candela para poder traeros también a vosotros un poquito de ese ambiente feliz de mañana de domingo.
En las fotos veréis los carteles de algunas de mis tiendas favoritas, en las que siempre siempre encuentro algo. Pero sin duda, la reina del Mercantic es la tienda de Paz Espinas. Me lo dijo Angi y acertó de pleno. Me enamoré de todo, y me hubiera quedado a vivir en su espacio para siempre, entre sofás de cuero, lámparas de cristal y libros viejos.
¿Conocíais el Mercantic? ¿Alguna recomendación de espacios parecidos en otras partes de España que os vuelvan locos? Estoy dispuesta a irme de excursión a todos los que me digáis. Que si la felicidad está a la distancia de un depósito de gasolina, no tiene precio. :)
¡Un beso enorme y feliz martes!
Indara
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