Por fiiiiin, después de muchos días en la aduana y volviéndome loca para localizarlas, ¡ya tengo conmigo a mis pequeñas! Como diría Manolito Gafotas, ¿no son las tarjetas más bonitas del mundo mundial? Muy, muy sencillas pero a la vez muy delicadas con sus esquinitas redonditas y sobre todo, muy especiales por su soporte, una fina lámina de madera. Tengo la sensación de que representan perfectamente el espíritu de El sofà amarillo, y no puedo estar más feliz con ellas.
Las miro y las toco todo el día desde que me llegaron, tan ligeras pero tan robustas y tan ásperas pero tan suaves. No veo el momento de empezar a repartirlas y por otra parte las quiero conmigo para siempre. Estoy bipolar total, queridos, no sé si es contagioso pero si me veis por la calle yo me apartaría. :)
Y como todo buen trabajo, esto es trabajo en equipo. Mil gracias a mis queridos Andrea y Dani de Project Party Studio, siempre disponibles y siepre tan amables y generosos, sabéis que sin vuestro toque maestro no serían tan especiales. Y con esto y un bizcocho, me voy corriendo a trabajar… mocho.
¡Un beso enorme y feliz jueves!
Indara
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