Muchos sabéis que en esta aventura de El sofá amarillo empezamos tres amigas, Paula, Lucía y yo, aunque con el paso del tiempo mis compis se fueron dedicando a otros proyectos y me quedé yo sola con la empresa. Lo que casi nadie sabe es que, al principio principio principio, fueron cinco y no tres las cabecitas inquietas que empezaron a darle forma a este proyecto: mis amigas Marta y Xènia fueron también piezas fundamentales en los cimientos del sofá.
A las cuatro las adoro y las tengo presentes muy a menudo cuando trabajo porque sin ellas nada de esto ni siquiera existiría, pero una tiene ya el sitio más especial en nuestro corazón porque se nos ha marchado. Estaba muy malita y este fin de semana dijo que hasta aquí. Estamos deshechos pero hemos decidido que nada de tristezas, porque mi amiga Xènia era pura alegría y pura vida, una pelirroja que dejaba huella en todos los que tenían la suerte de cruzarse en su camino. Y no podía dejar de hacerle un homenaje pequeñito en el blog que un día también fue su proyecto.
Brindo por ti, pequeña. Para que tengas un buen viaje y nos esperes donde vayas con un cóctel en la mano, ese que hemos ido posponiendo hasta que te pusieras buena. Nos lo tomaremos, te lo aseguro.
Eres una zorrinusca muy sabia, siempre con la palabra idónea en los labios, siempre con el consejo perfecto… e incluso ahora que no estás nos has dado una lección a todos. Si no te quisiera tanto creo que te tendría manía, ¡por listilla! Ya lo dijo tu Ugo-sin-hache, que cuando la vida nos pusiera dificultades en el camino, sonriésemos y pensásemos en ti. Porque eres una guerrera, lo llevas en el nombre, y tu fuerza nos hace a todos un poquito más fuertes también.
Si cierro los ojos te veo con el vestido de colores, las alitas y tu preciosa melena roja en nuestra boda, y así es como quiero recordarte y como quiero que me acompañes, como una hadita de enorme sonrisa y bolso-tetera que revolotea a nuestro lado y nos hace mejores y más felices. Te quiero, Xen, quédate cerquita.
Un beso muy grande y, hoy más que nunca, feliz lunes.
Indara
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