El lunes pasado os enseñé las invitaciones tan chulas que habían hecho los Wonder para Berta y Joni, y hoy os cuento ya un poco más de la boda.
Después de muchos meses de preparativos, llegó la semana de la boda. Nos fuimos ya para Salamanca el jueves para terminar in situ las últimas tareas, comprar los productos frescos como las fresas y frambuesas de la limonada y algunas plantitas que necesitábamos para darle a boda el toque final. El viernes fue un día duro de montaje paro satisfactorio porque lo dejamos casi todo listo, y con la tranquilidad del deber cumplido nos duchamos y corrimos a la fiesta de preboda. Solo tengo una foto de la fiesta que ya puse en instagram, está borrosa y oscura pero me encanta porque se nota que las dos estábamos FELICES. :)
Llegó el día y llegó la romería. Y con la romería un viento huracanado que amenazaba con tirar toda la decoración al suelo a cada minuto. Pero eso lo sabía yo. Berta y Joni estaban de peluquería y vistiéndose tranquilamente. Todas las fotos, chulísimas, son de Marcos Sánchez. Un crack.
Berta guapísima con un vestido maravilloso de Helena Mareque en crepe de seda, tul y encajes antiguos, tocado de Lia Terni y zapatos de Magrit Couture. El ramo, chulísimo, de Elisabeth Blumen. Y nuestro Joni Kortajarena hecho un pincel con traje y camisa a medida de Ermenegildo Zegna y zapatos Bally.
Y yo, mientras tanto, en la finca luchando contra el vendaval. Normalmente, a no ser que la novia me lo pida por algún motivo, prefiero no estar con ella durante sus preparativos. Me parece un momento tan especial, tan íntimo y familiar, con su madre, sus hermanos, sus amigas más queridas… Son momentos para atesorar, para liberar emociones, para reírte como una loca o llorar o gritar, según por dónde te dé. Tengo una novia que ni siquiera quiso a los fotógrafos, y la verdad es que me parece estupendo. Y por ese mismo motivo no corro detrás de ellas colocándoles la cola, pero de eso ya hablaremos. :) Los invitados iban llegando…
Nada más llegar, se encontraban con esta señal de madera que habían cortado y pintado el padre y el hermano de Berta. La rodeamos de cosas bonitas (llenas de piedras, ejem) y recuerdos personales de la novia, y atamos la señal con sedal invisible porque yo veía que iba a salir volando y matar a alguien. :) Quisimos crear un rinconcito romántico y delicado que sugiriese lo que los invitados se iban a encontrar detrás del muro.
Y una vez dentro, la mejor recepción posible para los invitados: nuestra ya mítica limonada del dispensador bonito, como dicen mis novias. Fresquita y muy rosa, acompañada por unas fresas para endulzar la espera de los más puntuales. A más de una le sentó fenomenal porque con tantos nervios llegó muerta de sed. ¿Verdad, Sari? :) La verdad es que las vistas desde la finca a la dehesa salmantina eran maravillosas, aquí podéis verlas.
Y por último la ceremonia. Esperamos hasta el último segundo, pendientes del viento y consultando compulsivamente internet, pero no iba a amainar en todo el día así que tomamos la decisión de trasladar la boda desde el césped a una zona más baja y recogida, bajo una preciosa pérgola de madera.
La decoración, con una mesa antigua de madera y flores románticas en diferentes recipientes, de Elisabeth Blumen (¡qué mano tiene esta chica para las flores!), y el toque perfecto para los peques, una manta en el suelo llena de cojines para que estuviesen a gusto toda la ceremonia. Ya veis que no son muchas cosas, pero el entorno hacía todo lo demás.
Y, ya para terminar por hoy (que llevamos un porrón de fotos), la ceremonia, preciosa y muy emotiva, con lecturas de varios familiares y llena de palabras bonitas y sentimientos a flor de piel.
¿No estaban requeteguapos? Me gustan tanto, tanto estas fotos, y estaban tan felices… El próximo lunes os cuento lo que falta. No lo quiero alargar hasta el infinito, ¡pero estoy sufriendo para elegir las imágenes!
Ah, y os recuerdo que aún podéis participar en el sorteo de un ramo precioso de Interflora para alegrar vuestra mesa estas Navidad o enviar a esa personita especial que está lejos. :)
¡Un beso enorme y feliz lunes!
Indara
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